jueves, 21 de abril de 2011

Quieren jugar un rato?


No solo los hombres tienen ideas sexuales, no solo ellos ven pasar a alguien en la calle y  desnudan con la mirada, ni se muerden el labio hasta que desaparece. Nosotras también lo hacemos, no con descaro (pero sin tanto complejo),  es más, solemos fantasear con los machos que nos llaman la atención, ya sea el actor de cine, el nuevo vecino, el compañero de trabajo, el amigo del  hermano y hasta el novio de tu amiga (a veces somos unas perras). No por eso somos unas maracas (aunque la idea a veces no nos es desagradable).
Hace tiempo atrás, me costaba imaginar poder visitar estos lugares sin ser vista como pérfida, mucho menos adquirir algo. Ya era hora de que nuestro país diera un paso al frente, demos gracias infinitas por eso!. La vida avanza y con ella, también avanzamos nosotras.
Por fin, superadas las aprensiones primitivas y sin censurarnos, se nos ha hecho prácticamente habitual sentarnos a hablar abiertamente del tema: Juguetes sexuales.
No. No es un reemplazo. Déjenlo claro porque las dudas son insoportables. Nada más horroroso que un hombre (y una mujer) inseguro. Eso se presta para un sin fin de comentarios ácidos, peleas tontas y hasta paranoia. Las pueden invadir en preguntas sin sentido hasta en los lugares y momentos más insólitos!
Con esto, no tenemos afán de causar daño al ego masculino. Sépanlo. Vitrineamos, comparamos, nos decidimos,  tomamos nuestra billetera y a comprar se ha dicho!. Vibradores, consoladores, anillos, bolitas chinas (que encontré espectaculares), distintos productos, precios y tamaños (hasta disfraces eróticos hay en un sex shop) y si a eso le sumamos aceites (los hay de todo tipo, hasta con lidocaína, ya se imaginan para qué), créanlo, el resultado es total y absolutamente satisfactorio y recomendable.
Ya lo dije, no es un reemplazo, en absoluto!. Somos modernas. Piénsenlo, mejor un aparato que una infidelidad (aunque ese es otro tema).
No sean pesados. No vamos a fundar un club onanista para reunirnos semanalmente, donde compartir e intercambiar  opiniones y usos. No estamos tan locas.
Tampoco es cosa de andar diciendo  hasta la cajera del supermercado, mientras pagas tu cuenta, lo feliz que te hace y que se compre un aparatito (pero un buen dato siempre es bien recibido) y mucho menos aconsejable es que se lo presentes a tu pareja preguntándole emocionada y con una sonrisa de miss mundo, si lo quiere usar en él. Soponcio absoluto. La respuesta siempre será negativa (quizás piensan que serán menos machos por eso). Mejor nos limitamos al uso femenino y no a traumar a nuestro compañero sexual con un juguete que por su anatomía, por muy minúscula que sea, le provocará un espanto.
No chicos, amplíen su mente. No nos excita  el juguete, sino, el uso que le damos. No es una competencia para saber o determinar  si nos da más orgasmos que ustedes…es solo, pasarlo bien. Además, somos dueñas de nuestro placer, estamos más sueltas, adelantadas, más libres y lo disfrutamos! . No es que salgamos presurosas del trabajo  o de nuestras actividades a tener un encuentro privado y masturbatorio. No.  No hay nada como el sexo natural. Aunque se acepta como regalo (Viejito pascuero, conejo de pascua, reyes magos, cumpleaños, etc)
Considérenlo… háganlo realidad. No se sientan castigados o humillados, no es tecnología para bajar autoestima masculina, prometemos adquirir uno más pequeño que su anatomía (al menos para disimular).
Al juguete no lo apodamos (como una conocida mía que lo nombró  Matt en honor a Matt Damon), no lo besamos (aunque serviría para práctica  ya saben de qué) no le hablamos diciendo lo rico  que es o lo bien que lo hace (aunque es bastante bueno), no le pedimos más (pero lo hacemos cuando queremos), eso es exclusividad para ustedes...somos algo dementes es verdad, pero nunca tanto.
Ojalá la próxima moda sea un Josh Lucas inflable o mucho mejor, robotizado, algo así como la muñeca system.
 Nos gusta este avance, hay que reconocerlo, pero ustedes hombres, siguen manteniendo el cetro.

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