viernes, 8 de abril de 2011

Moliere amaría nuestro arte

Se los advierto a modo de prevención. Ni se les ocurra, por ningún motivo, aunque el mundo se esté cayendo a pedazos, titubear a la hora de una pregunta complicada.
Me ha pasado un par veces, no solo a mí a varias de mis amigas y hay que aprender la lección. Seguridad, mira a los ojos y respuesta corta. En otras palabras: sangre fría.

Es que ellos también tienen la culpa al hacer preguntas tan desfachatadas a temas que solo manejamos y compartimos entre el gremio femenino. Que se creen que son? nuestros confidentes?  Es como lo que pasó con la Maca (pobre, hablo de ella sin mucho filtro). Su pareja tuvo la mala fortuna de preguntar abierta y desprevenidamente si alguna vez había fingido un orgasmo estando juntos.
(Risa nerviosa de ella, cara de expectación de él).
Bueno, eh… no.
Pero por qué dudas?
No estoy dudando. No he fingido un orgasmo. No recuerdo haberlo hecho.
No has fingido o no recuerdas?
No he fingido.
Ya. Y que es lo que no recuerdas entonces?
En segundos arde Troya. No hay justificación convincente porque  ya sembraste la duda y te espera dar explicaciones de todo tipo. Y es natural, indirectamente (o directa)  estás atacando su virilidad, su herramienta, su ego más preciado. Es un atentado en contra de su autoestima. Y aquí puedes oír cuanta cuestión absurda te puedas imaginar. Que no estás conforme, que eres frígida, que él no te calienta, que te busques otro,  que ya estàs con otro, etc.
Menos mal que no preguntó si le fue infiel (aunque a veces no es del todo falso)

Obvio que ha fingido. Yo también. Me atrevería a afirmar que nueve de cada diez mujeres lo hemos hecho alguna vez. Pero bajo ningún concepto debemos admitirlo, aunque de eso haya pasado mucho.
Descueren todo lo que quieran a sus ex, hagan comparaciones, ríanse de ellos sin piedad, de su forma de moverse, de la forma de besar, de las cosas que dice mientras tienen sexo, etc., pero nunca (y esto es serio) debes decirlo a un hombre. Ya lo dije. Respuesta corta y sangre fría. Fingiste orgasmo? No. Fuiste infiel? No. Te acostarías con uno de mis amigos? No.
Hay otro tipo de preguntas  que son más por inseguridad que por curiosidad y nosotras también solemos caer en eso. Que extrañas de tu ex? Nada. Era bueno en la cama? Sí/No (aquí no tienes la obligación de omitir información a menos que quieras levantar egos) Aún lo deseas (por favor!) No.
Entiéndannos. A veces simplemente no tenemos ganas de seguir o perdemos el ritmo y “apuramos” el proceso sexual  teniendo un orgasmo ficticio, eso no quiere decir que no nos exciten o no los amemos o el rollo que se pasen porque empiezan a hacer una serie de conjeturas en nuestra contra, basandose hasta cosas demasiado absurdas. Y para no echar a perder todo y para no divagar con comentarios poco dignos como: “Hay una gotera en el techo,  “Veo que utilizaste una pintura especial para la pared” o peor aún, contarle algo que te pasó mientras él sigue metiendo y sacando y esforzándose por darte placer: “estaba bajando las escaleras del metro y me fijé que están remodelando la estación”.
Peligro. Busca la vía de escape y crúzala hasta estar a salvo.
Para eso, mejor te mueves, te quejas jadeando, respiras un poco más fuerte y más rápido de lo habitual, de preferencia con la boca abierta, arqueas un poco las cejas, si quieres, lo miras a los ojos para que sea más creíble, te muerdes el labio a modo de avisar que ya estás a punto. Como Meg Ryan en la película  Cuando Harry conoció a Sally. Se acuerdan? Claro, no es para estar gritando yes, yes, yes, si hay algo que me molesta es que  se use otro idioma en tierra de lengua castellana (distinto sería tu pareja personificada. Francés mmmm  sexy) con un sí, sigue, dale, o un no pares, es suficiente. Cualquiera de todas, no todas, algo así como:   Sigue! (Pausa, jadeo, respiración, cejas, labios), sigue  (pausa, jadeo, respiración, cejas, labios), sigue (y lo mismo) sin dejar de acariciarlo, con una fiel cara de caliente (la normal).Y  ya les dije, sangre fría.
Les parece familiar?
Lo sé. Somos artistas, actrices por naturaleza. Y por más que ellos digan que se dan cuenta o que es fácil detectarlo, es falso!

No hay titubeos.

Me preguntan acaso alguna vez fingí un orgasmo?
NO.

1 comentario: