lunes, 2 de mayo de 2011

Esas "extrañas" reacciones...

No se hagan las de las chacras.
Hombres y mujeres tenemos un nocivo gen que hace convertirnos en lo más rastreras, ridículas y patéticas que hay (al menos una vez en la vida), cuando el ser que amamos sea hombre o mujer (no estamos para ser prejuiciosas) nos abandona.
Despecho le llamamos socialmente, aunque esa palabra parece más un bien un eufemismo comparado con lo que somos capaces de hacer  por recuperar un amor (o por venganza). Yo lo llamaría  psicosis. Ese es el precio que tienen que pagar algunos pobres individuos por su indiferencia. Y es que reconozcámoslo, no solemos soltar fácilmente a quien queremos, no lo dejamos ir y nos negamos a que se acabó y el proceso para algunas es tan triste, como para otras es dramático. En este último caso, tenemos la osadía de hacer pasar ratos muy desagradables a mengano solo con la esperanza de tenerlo de regreso. Llegamos a ser catalogadas como locas y no es para menos si nos comportamos como tal.
Dentro de toda esa locura, están las incesantes llamadas telefónicas, seguirlos a diestra y siniestra sin medir consecuencias y oh, casualidad, nos topamos con ellos. Algunas se hacen amiguis de su madre y van corriendo a contar a ella lo que ha pasado con su hijo, se hacen presentes en cualquier evento en el que saben que estará,  comportándose de forma poco habitual, por decir algo. Lo esperan a la salida del trabajo, es más, les mandan regalitos a la pega, ya sea, chocolate, perfumes, cosas de su interés y hasta cuestiones innecesarias como peluches, todo al borde de lo incómodo. Y en las típicas borracheras, hay que alejar por completo el celular de la amiga o de una misma, para no caer en la tentación de llamarlo a las tres de la mañana con un  estado etílico indescriptible para decir lo mucho que aún lo queremos o bien recriminar lo maricón que es al habernos dejado. Como en el caso de una amiga (reservaré el nombre) llamarlo para decir lo bien que lo está pasando acostada con uno de sus amigos y no conforme con eso, enrostrar que la anatomía de él es mucho más “amplia” que la suya. Algunas son tan poco dignas que en un encuentro de una noche con el ex, conscientemente se embarazan, ya sea por venganza, tenerlo de vuelta o comprometido de por vida, o por sacarles plata con la pensión alimenticia (no hay nada más vulgar que ser motivada por el dinero),etc. El colmo. Mejor, dar un pasito al lado y como dice el dicho: “Aprende a dar tu ausencia a quien no aprecia tu presencia”. Y es bien cierto, menos a quien no aprecia a un hijo, que en algunos casos (solo algunos) llegó inesperadamente. Como dicen en mi familia: Es fácil ser padre, porque padres hay por montones, lo difícil y lo que diferencia a un verdadero hombre de otro, es ser papá. Pero hay que estar muy  loca-desesperada-despechada  y con una disfunción mental tremenda para embarazarse a sabiendas que es para siempre.
En cierta medida, no estamos acostumbrados al rechazo, salvo cuando queremos terminar una relación, nos ponemos en el lugar de quien termina con nosotros. Debiéramos por lo menos cambiar las frases típicas del itinerario para el final de la relación: “No eres tú soy yo”, “estoy confundido” o la frase para el bronce “Quizás después me arrepienta pero es necesario” o la que utilizaron  conmigo y que yo ocupé muchos años antes “Quizás en un futuro estemos juntos”…patético. La verdad es que no siempre encuentras las palabras exactas o no quieres ser demasiado directa y decir simplemente ya no me gustas o ya no te quiero, no solemos ser crueles porque el individuo también tiene su corazoncito. Y siempre se deja en claro (mayoritariamente no es cierto): No. No hay otra persona. A veces es verdad. No quieres enfrascarte en una relación, quieres pasarlo bien, vivir aventuras, recorrer un poco antes de estar de lleno en un  “compromiso” que te  quitará tiempo, con el cual dejas, queriendo o no, de hacer lo que habitualmente haces. Por eso es común escuchar decir a tus amigas  que no tienes espacio para ellas o que estás alejada desde que fulanito entró a tu vida. Cambias tu rutina en pro de una relación seria. Error.
Volviendo a lo anterior, tenemos un montón de pretextos para buscarlo, ya sea la camisa que se le quedó en nuestra casa, el dinero que le prestamos o nos prestó, el dato que tenía de aquella tienda con rebajas, la preocupación por el familiar enfermo y cuanta cosa se nos pueda ocurrir, porque se tiene la creencia equivocada de que si te haces presente, volverá.
Lamentablemente, es cierto, nadie evoluciona sin haber vivido la experiencia, independiente de si es con autorreproches y lloriqueando por los rincones, alejándose completamente para volver a empezar (que es lo ideal) o comportándose como psicótica. Quizás sea un camino necesario, pero tenemos derecho a darnos la oportunidad, a mostrar dignidad ante todo, hacernos valer, porque somos tremendamente valiosas. Así que lo mejor, si el asunto se acabó, es renunciar al ex, no buscarlo, para qué hacerlo? Es una enorme pérdida de tiempo, de energía. Puedes tener mucha pena por una relación rota, pero sigues teniendo cerebro, el corazón no se ha movido de sitio y tarde o temprano volverás a amar. Al final de cuentas hay que entender que el mundo está lleno de hombres y obvio... lo mejor está por venir.

1 comentario:

  1. tan cierto todo,me mataron varias frases tuyas, encuentro que es mejor hacer su propia vida y sin esperar NADA DE NADIE. para que perder el tiempo, si no te valoran nada mas que hacer, eso del futuro es la mentira mas grande junta con la que mataron a bin laden, en fin, mejor pienso en que...todo pasa por algo, siempre siempre existe nuestra mitad, lamentablemente aveces no se encuentran nunca, espero que no sea el caso de mis amigas ni yo, nadie sabe, en fin, lo mejor esta por venir, soy una convencida.

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